El actor nació el 11 de mayo de 1982, en el mismo país donde murió. El fue hijo de padres divorciados, pero fue críado por su madre Ann McGregor, una decoradora de interiores.
Cory fue un adelantado total. Cuando apenas tenía cinco años ya podía leer tan bien como cualquier chico de cuarto grado. Sin embargo, a pesar de sus aptitudes, decidió abandonar la escuela a los 16 años y no la retomó hasta que fue un adulto.
Pero este chico sensible no siempre fue un actor glamoroso. Antes de empezar su vida de estrella, fue cajero de supermercado, taxista y chofer de un micro escolar. Cory no la tuvo fácil en la vida!!!
En el 2005 debutó como actor en el film Killer Bash. Al año siguiente, participó en Bloody Mary, y en la comedia Deck the Halls, protagonizada por Danny DeVito.
Sin dudas, su momento de gloria llegó con su rol protagónico en Glee, una serie sobre la que no necesitamos hablarles demasiado. Todas fuimos Gleeks en algún momento!!!
Cory fue Finn Hudson, la estrella del equipo de fútbol americano que se une al grupo de canto de la escuela, y debe afrontar situaciones adversas: como que su novia lo engañe, perder una beca para la universidad y enterarse de que su padre falleció por una sobredosis, y no en la guerra, como él siempre creyó.
Desde muy joven, el talentoso actor tuvo problemas con las drogas. Inclusive el 31 de marzo pasado entró por su propia cuenta en una clínica de rehabilitación para la adicción a sustancias de la que salió 28 días después.
Hoy, Cory no está más con nosotros. Todo Hollywood lamenta la noticia y no nos queremos imaginar lo que sienten sus familiares y sus afectos como Lea Michele, su novia. Pero todo lo que podemos hacer hoy ante esta irremediable pérdida es recordarlo con amor.
Acá les dejamos algunas de sus mejores fotos:
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