¿Cómo conseguiste el papel en Farsantes?
Fui al casting para hacer una prueba del personaje y después me llamaron. Así de simple. Obviamente, no lo dudé un segundo, acepté de inmediato. Aunque al principio no sabía cómo iba a resultar, cómo iba a ser la respuesta del público, era la primera vez que me convocaban para un proyecto desde cero. Fue y es una oportunidad muy grande.
Ahora que ya sabés cómo es el resultado, ¿qué se siente ser parte de un éxito?
Muy bien!! Un proyecto como Farsantes, que se mete en la privacidad del espectador y que cuenta cosas que todos sabemos que suceden en todos lados, logra que mucha gente se sienta identificada. Además, laburar con Julio Chávez, Griselda Siciliani, Alfredo Casero… La verdad el elenco es un placer.
¿Te costó adaptarte a la rutina de grabar para televisión?
La verdad, nunca fui un tipo de rutina. Jamás en la vida, salvo cuando iba al colegio. Por suerte, las grabaciones no son tan rutinarias. Mi personaje es chico. Si bien, sí grabo casi todos los días, también tengo muchos momentos libres. Varía un montón. Hoy me entero lo que hago mañana. Improviso mucho.
¿Sentís la presión de ser el hijo de Ricardo Darín, uno de los actores más reconocidos del país?
Siempre está el prejuicio del apellido, ser actor y ser hijo de Darín es todo un tema. Lo importante es tener presente que este es un trabajo como cualquier otro. Si no servís no vas a durar mucho tiempo. Mi papá laburó toda la vida, yo recién estoy empezando… Creo que no tenemos punto de comparación.
¿Ya tenés planes laborales para el año que viene?
En principio, sigo esperando a que se estrene la peli en la cual laburé todo el verano pasado. Según lo que sé, el título tentativo es “Muerte en Buenos Aires” y se estrena a principios de 2014. Pero la verdad, tengo ganas de viajar, de veranear un poco.
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